Cada vez que te recuerdo no puedo dejar de derramar lagrimas, se que lo correcto es recordarte con mucha alegría. Desde el cielo me andas cuidando y a tu madre también, pero tan solo fuiste una bendición que tan solo tenia los días contados como si fuera un ángel que Dios nos prestó por unos días.
Nunca fuiste un error para mi, ni para quienes una vez te estuvimos esperando, es grande el vació que dejaste y aun lo siento, pero lo que en realidad uno nunca sabe son los planes de Dios y que las cosas que tuvimos pasando algo nos quiso decir. Solo se que pasamos tantas cosas que de eso no tienes la culpa, un dicho dice "Los hijos no tienen la culpa de los pecados o malas acciones que sus padres hayan cometido".
Siempre te llevo en mi corazón mi princesita que ahora es un ángel en el cielo.
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